El caso del primer Informe Presidencial del Presidente Calderón es un ejemplo perfecto de un escándalo mediático que pudo ser acallado. Los operadores oficiales de la presidencia propiciaron el bombardeo mediático de la incertidumbre de qué iba a hacer Calderón, para protegerlo, y quitarle poder a la Presidenta del Congreso, Ruth Zabaleta, encargada de contestar el Informe.
El escándalo real fue cuando Ruth Zabaleta, habla de bajar de la tribuna y salir del recinto oficial, ya que no iba a recibir el informe de un presidente cuya elección es dudosa; y exactamente cuando ella esta hablando, se "fue la señal". Al final del día se tuvo que dar a conocer lo que ella dijo, el Secretario de Gobernación tuvo que pedirle disculpas públicas, tuvo más rating lo que ella dijo que el informe como tal, entre otras cosas.
El problema fue impedir la transmision del mensaje que dio la Presidenta del Congreso y sus razones para no recibir el informe. Este escándalo se pudo haber reducido, permitiendo que la transmisión siguiera su curso, y así no le hubieran dado tanta importancia los medios y mucho menos la ciudadania.
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