sábado, 3 de noviembre de 2007

Yo protéico y la Cibercultura


El término protéico se refiere al antiguo Dios Griego del mar, Proteo, quien poseía la capacidad de cambiar de forma (metamorfosis), predecir el futuro y ver a través de las profundidades; por lo que el adjetivo protéico alude a quien cambia constantemente de opinión y de interés.

El yo protéico se refiere a las nuevas generaciones, donde las personas sólo prestan atención unos instantes, son menos reflexivos y más espontáneos. Los jóvenes en la actualidad vivimos en un mundo de sobre información, sin límites externos, sólo los que nosotros mismos imponemos, ya sea por valores o intereses; esto ha logrado que las nuevas generaciones se vuelvan poco a poco más selectivas con todo tipo de información a nuestro alcance, no sólo la de interés público, sino también la de interés privado.

Para convivir con la cibercultura es muy importante tener muchas de las cualidades del yo protéico, al haber tanta información es necesario tener la capacidad de seleccionar solo lo necesario y desechar tantas cosas inservibles que se nos pueden presentar. Una persona no protéica, como sucede con muchos adultos, al entrar en contacto, simplemente con la primera interfase de acceso a la cibercultura, se sienten perdidos y abrumados. Ahora imaginemos a esta misma persona navegando en una base de datos prácticamente ilimitada, no sabría como moverse, cuando moverse y cuando salir. La cibercultura y el exceso de información en desorden son comprensibles a través de una forma similar de pensar, facilitando el vinculo que existe entre esta y las nuevas generaciones proteicas.

El ser protéico no quiere decir que se tiene un desorden de atención, sino que se crean filtros inmediatos que desechan la información que no nos interesa, que no consideramos veraz, o que simplemente creemos que esta atrasada; cada brinco de un tema a otro no es por falta de atención sino porque la información que necesitábamos la sintetizamos y la obtenemos,

De ahí la pregunta ¿Acceso o Exceso? En mi opinión el exceso de información no existe en la persona, desde antes de la cultura de masas la información que procesamos ha ido creciendo, por ejemplo, pasar del lenguaje a la escritura, las matemáticas, la música, o simplemente la naturaleza que nos rodea es un exceso de información; pero estamos acostumbrados a ella. La cibercultura únicamente abre un acceso a mas información, se podría decir ilimitada, y lo único que va a pasar es que nos vamos a seguir adaptando.

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